lunes, 27 de septiembre de 2010

EL CAUCE DE LA RÍA...de Sonia Marelli







LEÍDO por ROSA IGLESIAS





EL CAUCE DE LA RÍA





Deberás sentarte con tu conciencia en la mano
para abofetear a la imprudencia que se arriesga en cada paso de tu semblante
y con la firmeza del nogal en la tierra, expandir tus raíces en la razón.

Serán tus labios los que te marquen el límite...ya que las palabras amigas,
los consejos son agotadores en tu dial, porque la interferencia
no se ajusta a las reglas de tus pensamientos... si ellos son contundentes,
deja de actuar como niño y enfrenta el temor que infunden tus actos.

Conservar al infante es humano y podrá galopar los caminos vertiginosos
que al adulto le dan miedo, pero no puedes actuar con la inocencia de él...

La oportunidad de salir de las sombras y ver el ocaso
para tomar las riendas del día y transparentar lo que debe brillar
es tu labor, no reniegues, no dejes más baches en tu inconsciencia.

Tal vez sea hora de tropezar con los infortunios y limar asperezas,
deja el arrepentimiento ¡ya no tiene sentido!
y procura que lo venidero sea limpio como la espiga del trigo que te alimenta;
entonces... allí..., has de abrir los ojos y no sentirás peso, sólo el aire pasar por tus costillas
y la conciencia ya dejará de estar en tu mano para usar el gabinete que le ha sido ascendido.

Recuerda: la cordura no es de muchos... pero todos tenemos la oportunidad de tomarla, sellarla como nuestra para que no se aleje y que sea la huella dactilar de nuestras acciones,
para hacer honor a tu nombre y no ser déspota en tu propio terreno.

Crucial será el nuevo cauce, después de cursar por tanto relieve inaudito,
por más sumersión de tu propia esencia, la ría toma tus aguas para expandirla,
para acariciar nuevos brazos y regar la llanura sedosa y calma...
pero si no te encuentras en ella, el cauce de la ría... ya no será tuyo...



Sony